Por fin podemos ver señales de lo que se supone que forma parte de lo que se ha llamado la “nueva normalidad”, que trata el levantamiento de las limitaciones establecidas en el mal llamado “Estado de Alarma”. En base a la limitación de derechos fundamentales, como la libertad de movimiento, debemos decir que esta situación tiene más que ver con un Estado de Excepción.
No obstante, vamos a centrarnos en lo que nos interesa realmente, que es ¿cuándo vamos a poder celebrar un evento, boda o fiesta privada? Según el Anexo II del Plan para la Transición hacia una nueva normalidad, en la FASE III o avanzada, se preve la apertura de todas las actividades; entre ellas, las de bares y discotecas con aforo muy limitado, así como espectáculos culturales, pero siempre manteniendo las medidas de seguridad y distanciamiento social.
¿Qué dice la normativa?
Según esta Fase III:
- Para locales que no sean bares nocturnos (o de copas) y discotecas, el aforo será de un máximo de la mitad de su capacidad. Para garantizar la separación de clientes, se permite gente de pie con separación mínima de 1,5 metros. Aquí la primera pregunta de esta nueva normalidad que nos puede surgir es: ¿qué pasa con los locales que tengan un aforo más limitado? ¿No podrían abrir? Este Plan no refleja nada al respecto, cuando, por ejemplo en Madrid centro es muy frecuente encontrar este tipo de establecimientos, muchos de ellos sin tener licencia para poder montar una terraza.
- En terrazas, en esta nueva normalidad se limitará la ocupación de personas al 50% en base a las permitidas, según licencia municipal del año anterior. Pero añade algo más: “Podrían tener mesas si el Ayuntamiento permite más espacio…”, siempre y cuando se respete la proporción del 50% anteriormente mencionada. Volvemos a la misma incógnita de antes: ¿qué sucede con los bares que solamente cuentan con 3 o 5 mesas en la terraza? Si encima este bar tiene unas dimensiones interiores del local de menos de 2 metros de ancho, su actividad se vería reducida al servicio de una o tres mesas en la terraza y a dos o tres personas en la barra. Vamos, un desastre y el obligado cierre del local al no obtener beneficio alguno debido a estas limitaciones.
- Discotecas y bares nocturnos: aforo máximo de 1/3 de su capacidad reflejada en la licencia de actividad. Aquí es donde los organizadores, gerentes o servicio de acceso y seguridad, deberán cumplir estrictamente con la obligación de aforo máximo contemplada y no dejar pasar a más gente de la permitida o, si se trata de un evento cerrado, con un número de invitados ya previsto con anterioridad, limitar ese aforo a lo permitido en el local o espacio donde se vaya a desarrollar el evento. Por ejemplo, como es el caso de las bodas o eventos privados.
Entonces, ¿qué va a pasar a partir de ahora?
Como podemos observar, aunque sea el inicio de la vuelta a la actividad las cosas no van a ser fáciles a partir de ahora para el sector. Los mayores perjudicados serán, sobre todo, los pequeños locales de hostelería, ya que lo van a tener realmente complicado para cumplir con las medidas impuestas. Además, es algo obvio: si tengo la mitad de clientes, por consiguiente obtendré la mitad de ingresos. Quizá el Gobierno Central debería haber propuesto unas condiciones en base a las características del local y su aforo; por ejemplo, implementando ayudas a los que se vean más perjudicados, ya que muchos se plantearán no volver a abrir.
Después de eso, según recoge una guía elaborada por la patronal de Hostelería de Madrid, los empleados de bares y restaurantes de la Comunidad de Madrid tendrán que mantener una distancia de un metro y medio, no podrán utilizar móviles ni dejar su puesto para salir a fumar con el fin de evitar los contagios y deberán llevar mascarillas en todo momento. Será obligatorio desinfectar todo en cada servicio dado y no se podrán poner servilleteros y elementos parecidos en las barras. Siempre se podrá disponer de gel desinfectante y los clientes deberán también mantener la distancia de seguridad.
En definitiva, medidas que debido a sus restricciones, tratan de evitar la finalidad de este tipo de negocios: la socialización. Por eso, esta forma de relacionarnos socialmente va a influir en el desarrollo de vida, lo cual nos obliga a ir en contra de nuestra propia naturaleza en esta “nueva normalidad”.
Es por todo ello que se hace necesario un plan posterior a esta “nueva normalidad”. La situación descrita puede poseer de todo menos normalidad. Debemos tener la esperanza y trabajar entre todos (sobre todo a nivel social) para recuperar la normalida que teníamos hasta el 14 de marzo de 2020, cuando se decretó el Estado de Alarma. Esperamos y deseamos que estas medidas se puedan levantar una vez dispongamos de un tratamiento contra el virus y/ o una vacuna. Ojalá sea pronto.